sábado, 19 de octubre de 2013

Los molinos del municipio de Graus

En el término municipal de Graus encontramos varios de estos edificios.

Molino de Panillo.
Sus más de 12 metros de longitud y su envergadura hacen de este el molino más grande de Aragón.
Su construcción data de 1882, fecha que está grabada en una de las vigas de la prensa. Todo está hecho a mano y la prensa consta de dos piezas ensambladas. Por aquel entonces era un molino "de sangre", es decir, utilizaba caballerías para mover la rueda de moler. En la década de 1940, un motor eléctrico sustituyó la fuerza animal y también se cambió la muela y la solera sobre la que giraba o pisaba. Sin embargo, el renovado molino sólo funcionó 2 ó 3 años más.
Hasta aquí llegaban los vecinos de Ejep, Pano, Argüés y Troncedo para moler sus cosechas de olivas.



Molino de Castarlenas.
En la Plaza de la Compañía de Graus se sitúa una antigua prensa para el aceite que data del siglo XIX originaria de Castarlenas. El traslado ha permitido su conservación casi íntegra.
La prensa propiamente dicha está formada por grandes vigas horizontales de madera, que en este caso son de una pieza. El pie se colocaba bajo el extremo delantero, los matrazos son los soportes verticales de la prensa y el husillo es la pieza en forma de tornillo, de madera, que se hace girar para elevar este extremo de la prensa por lo que, según el principio de la palanca, bajaba el contrario para prensar el pie con las espuertas llenas de pasta. Ese aceite con el agua resultante iban a parar a una pila, y el aceite, más denso y menos pesado que el agua quedaba arriba y se podía recoger. Los molinos de aceite reciben el nombre de almazaras, un nombre que procede de la palabra árabe al-ma’sara y que significa exprimir.



Molino de Centenera.
Antes de llegar a esta localidad encontraremos este elemento de interés. A lado mismo de la carretera está el molino.
En esta fachada tiene dos plantas, pero que por la diferencia de altura con el barranco junto al que se levanta, presenta más altura al lado contrario. Anexos al edificio se conservan los componentes metálicos del torno que aquí debió haber. El Nomenclator de 1860 cita el molino y torno de Juan Mur, en el municipio de La Puebla de Fantova, al que pertenecía entonces Centenera. Por los elementos que se ven desde fuera, como otros muchos molinos harineros, fue también fábrica de electricidad.



Molino de Las Ventas de Santa Lucía.
Se trata de un conjunto compuesto por tres elementos inseparables entre sí: acequia, acueducto y molino propiamente dicho.
La acequia parte de la margen izquierda del barranco, una veintena de metros aguas arriba del molino, y cruza aquel mediante un espectacular acueducto de un ojo en arco de medio punto, sobre el que discurre la canalización cubierta. La acequia continúa hasta la parte superior del molino por la margen derecha, discurriendo sobre la parte superior del talud que configura el cauce del barranco, lo que le permite una caída suficiente para dar al agua la fuerza necesaria para mover los rodetes del molino.
El molino es una construcción cuadrangular, de cuatro plantas, realizada en mampostería en su parte inferior y en adobe con abundantes guijarros en los pisos superiores. Al exterior destaca el cárcavo abovedado. Tiene dos accesos, uno en la planta baja a la zona de molienda, y otro en la última, desde el camino. Conserva en su interior intacta la maquinaria del molino.


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